domingo, 27 de diciembre de 2009

EL SERMÓN EVANGELÍSTICO


Es mucho más sencillo que el de edificación. En la mayoría de los casos se fundamentan en un solo texto y no saltan de un pasaje a otro. De entrada está orientado a crear entre los asistentes, conciencia sobre la necesidad de aceptar a Jesucristo como su único y suficiente Salvador. El sermón, en estos casos, termina con una invitación a hacer decisión de fe por Jesús.

En Hechos 26:17-18 vemos que nuestra tarea a través del poder del Espíritu Santo es despertar a las almas: (l) abrir sus ojos, (2) iluminar sus mentes"para que se conviertan de las tinieblas a la luz", (3) producir conversión de la voluntad, "de la potestad de Satanás a Dios", (4) purificar sus conciencias a fin de que reciban "perdón de pecados", (5) que tengan seguridad de vida eterna, (ó) que vivan en santidad, separados para Dios.En este articulo consideremos siete aspectos del mensaje evangelístico.
l. Mensaje temático. El mejor enfoque generalmente es optar por un tema (por ejemplo: la paz, la felicidad, la libertad, el nuevo nacimiento, la cruz, la sangre) y desarrollarlo. El tema debe resultar interesante para el oyente. Al hablar iremos de lo conocido a lo desconocido, y de lo buscado a lo no buscado pero necesario. El mensaje evangelístico tiende a ser temático porque siempre se basa en un tema fundamental.
2. Mensaje Cristocéntrico. Al leer los mensajes de los grandes predicadores del pasado, descubrimos que eran plenamente Cristocéntricos. Somos llamados por Dios para hablar de Jesucristo a esta generación. Somos sus embajadores (2 Corintios 5:20). El objetivo es hablar de Jesucristo. No es posible que alguien sea predicador del evangelio si su tema central no es Jesús. Algunos creen que el evangelio es ayudar a los pobres, sin embargo ese es uno de los muchos resultados del evangelio. Otros enfatizan los dones de sanidad, una gran señal del poder de Dios pero no el evangelio en sí. Otro mensaje podría ser maravilloso, intrigante y hasta podría ser de Dios, pero el pastor, el evangelista y el maestro de la Biblia predican a Jesucristo.Pablo resume de esta manera las buenas nuevas que predicamos: Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual tambiénrecibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis envano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí. Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucito al tercer día, conforme a las Escrituras y que apareció a Cefas, y después a los doce (l Corintios l5:1-5).
Un predicador del evangelio presenta el mismo mensaje central una y otra vez. Los títulos de nuestros mensajes, las introducciones y los ejemplosvarían y agregan color y dinamismo, pero al margen de ello nuestro mensaje es el mismo, y hablamos de la cruz, la resurrección, el arrepentimiento, la fe y el compromiso con Cristo. De lo contrario, no estamos predicando el evangelio. El corazón, la medula del mensaje cristiano, puede resumirse en las palabras de Juan 3:l6, el versículo que algunos han llamado el evangelio en miniatura: "Dios de tal manera amo al mundo que dio a su Hijo unigénito".
3. Lenguaje sencillo. El lenguaje es un puente en la comunicación, y a menos que la gente lo entienda, es ineficaz. Es crucial que el mensaje evangelístico sea predicadocon lenguaje sencillo y comprensible. No ha de ser un tratado teológico profundo, ni tampoco un estudio bíblico. Todo eso es magnifico para los que ya están en "el reino", pero por amor a los que están afuera es necesario hablar con sencillez y hacer a un lado la jerga cristiana evangélica.Palabras como justificación, redención y regeneración carecen de significado para quien no es creyente en Cristo. El predicador debe simplificar los términos difíciles, o bien usarlos y explicarlos inmediatamente, a fin de poder llegar al corazón de todos los oyentes.No me considero un buen predicador. A veces me parece que soy sumamente aburrido. Creo que la única razón por la que Dios me usa es que soy simple y explico su Palabra con sencillez de manera que cada uno entiende cómo puede obtener vida eterna.
4. Mensaje e ilustraciones. Empleemos la imaginación y seamos creativos al comunicar el mensaje de salvación. Los métodos no son sagrados; pueden cambiarse y adaptarse. Porotro lado el mensaje sí es sagrado y el fundamento jamás ha de modificarse.El mismo apóstol Pablo se acomodaba a todo el mundo (l Corintios 9:22). Cuando quería guiar a un judío a Cristo, se acomodaba a la forma de ser delos judíos: con los débiles él actuaba como débil. A todos se hizo todo para ganar a algunos por todos los medios posibles. Las ilustraciones y los ejemplos ayudan a mantener el interés de los oyentes. Alguien dijo que las ilustraciones son como abrir una ventana queen una habitación cerrada. Además, en la ilustración debe ilustrar una idea o pensamiento, y no simplemente estar allí porque es graciosa y dinámica. Lo ideal y lo más eficaz es que el predicador use ejemplos e ilustraciones actuales y acordes al tipo de público. De ser posible, los ejemplos deben tomarse de casos de la vida cotidiana y de cuestiones que resulten familiares a quien escucha.
5. Mensaje de buenas noticias.El se mensaje de buenas nuevas es para todo el mundo y gira alrededor de la persona de Jesucristo, exaltando su divinidad, santidad, su muerte en lacruz los y gloriosa resurrección. Nuestro objetivo en el mensaje evangelístico no es atacar al oyente ni ganar discusiones ni atacar a cierto tipo de personas como si fueran peores pecadores que otros, sino conquistar corazones para Dios. No se dé el lujo el de ofender a los demás. Proclame de manera positiva y con poder de lo alto las buenas nuevas de vida eterna.
6. Forma y estructura. Como en todo otro sermón, el evangelístico debe tener cierta forma y estructura. Al preparar el mensaje, mi sugerencia es hacer una lista con elpropósito principal, el tema, la manera en que lo enfocara, etc. Póngase en lugar de su audiencia y desarrolle el sermón desde esa perspectiva. Cuandouno predica un mensaje temático, debe evitar la tentación de saltar de un pensamiento a otro, sin una transición lógica.Piense en la introducción. Las primeras palabras son de importancia suprema. Si usted comienza a hablar en forma aburrida y monótona, es probable que nocuente con la atención del público. Si, por el contrario, comienza de manera dinámica, entusiasta e interesante, los oyentes están en sus manos para que, luego de la introducción, tengan sus oídos abiertos a la parte central del mensaje. Hay dos ideas que debemos tener en mente en forma continua. En primer lugar, cuál es la doctrina básica que quiero enfatizar en el mensaje.En segundo lugar, cuál es la necesidad del oyente, en que está interesado.De alguna manera, debo conectar la doctrina principal del mensaje con esa necesidad del oyente. Es aconsejable que el cuerpo central del sermón cuente con tres puntos principales; tres puntos son fáciles de recordar.Y por ultimo viene la conclusión, que en un sermón evangelístico es invitar al oyente a tomar una decisión por Cristo. En este momento culminante, elpredicador habla con autoridad divina y demanda entrega, aceptación, arrepentimiento y fe en la verdad del Cristo que acaba de proclamar.
7. Necesidad de un clímax. El mensaje evangelístico debe llevar a un clímax de decisión. Habrá aceptación o rechazo, pero no neutralidad. Confrontemos al oyente con lanecesidad de una decisión, y presentémosle una encrucijada. En la Biblia hay demandas (Mateo 4:19) y se habla de decisión (Juan 3:36). El inconverso debe comprender lo crucial de la decisión. Esta decisión de creer es un acto de la voluntad. Al hablar de clímax no me refiero a algo emocional sino espiritual. Haga que el oyente se encuentre ante una disyuntiva y se pregunte: ¿Qué voy a hacercon Cristo?Importancia de la invitaciónEn un admirable artículo el pastor luterano George Fry indicó: "Quizás la predicación de la iglesia no es persuasiva porque la deslealtad de nuestra época ha sido el divorcio de teología y evangelismo. La teología que carece del propósito práctico de ver convertidos degenera en un escepticismo irresponsable. La consecuencia de esta situación es una fe que no es intelectualmente sana ni emocionalmente satisfactoria".
Muchos cristianos ya no persuaden a los inconversos a seguir a Cristo pues están convencidos de que testificar de Cristo es hacer tragar el evangelio a viva fuerza; no testifican pues creen que es suficiente "predicar con el ejemplo".La sofisticación podría llegar a ser otra barrera en el evangelismo que demande decisión del oyente. Adoptamos los valores de nuestra sociedad y noqueremos ofender a nadie parecer raros ni perder nuestro status. Otros cristianos creen que la salvación es responsabilidad exclusiva de Dios, quesólo a Él le corresponde intervenir, y por lo tanto no sienten necesidad de persuadir a los incrédulos. Sin embargo, el objetivo de cada creyente en Cristo -y cuanto más de los predicadores y comunicadores cristianos- es entregar el mensaje de salvación y persuadir a otros a que se arrepientan y crean (2 Corintios 5:11-13). No sugiero que haya que apelar al emocionalismo ni tampoco tener un llamado a la consagración o a la entrega a Cristo cada cinco minutos. Pero si tememos ofender a alguien al hacer una invitación, el evangelismo se estanca y se vuelve inerte. Quienes quieran predicar un evangelismo poderoso deberánpracticar un evangelismo de decisión. No basta una presentación del evangelio de manera teológica, doctrinal y bíblica, ya que eso es vital pero incompleto. La predicación del evangelio debe ir acompañada de una invitación a los que han oído la Palabra y deseen recibir a Cristo. Si usted quiere ver fruto en la predicación del evangelio, dé a la gente la oportunidad de tomar su decisión. Esto no significa insistir para que levanten la mano o se paren, sino darles una oportunidad clara, abierta y equilibrada para que reciban a Cristo. Mira que yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y juntos compartiremosuna comida como amigos (Apocalipsis 3:20 NVV). Cristo dice al oyente que debe abrir la puerta, que debe creer.
Al comunicar el mensaje y hacer la invitación, confrontemos al inconverso con compasión y amor a fin de que no cierre sus oídos ni su corazón a la voz de Dios. (Ver Josué 24:l5, l Reyes 18:21; Marcos 10:21.) Cuando yo era muchacho, con otros jóvenes cristianos habíamos formado un pequeño equipo evangelístico. Para animarnos en el ministerio varios hermanos de la iglesia compraron una carpa y nos pusieron a cargo de las reuniones. Nos dieron amplia libertad de acción pero nos hicieron una advertencia: No debíamos hacer invitaciones públicas para que la gente recibiera Cristo. Yo estaba de acuerdo con ellos. Sin embargo, pasaron los meses y fui dándome cuenta de que un mensaje sin invitación específica era una predicación incompleta. Reconocí mi error y comprendí que la invitación debía formar parte de unmensaje evangelístico, aunque habría que hacerla con equilibrio. La oportunidad de "probar" llegó.Habíamos ido a predicar a otro en pueblo, y esa noche el salón se había la llenado. Yo estaba impaciente porque iba a hacer la primera invitaciónpública de mi vida. Mi mensaje fue sencillo, basado en Juan 10:28. Antes de concluir hice la invitación, de la misma forma en que lo he hecho en losaños siguientes. Pedí que si deseaban recibir a Cristo, inclinaran la cabeza y oraran al Señor en su corazón. Luego pedí que levantaran la mano quienes hubiesen orado conmigo. Conté treinta y cinco manos y me asusté. Era obvio que los críticos tenían razón. Era habría todo manipulación emocional. -Pueden bajar sus manos. Gracias. Ahora déjenme explicarles de nuevo -dije, y dediqué otra media hora al pasaje, poniendo en claro cada aspecto, asegurándome de que comprendían el significado de la vida eterna y de una relación personal con Cristo. Oramos de nuevo y pedí que levantaran las manos: esta vez eran treinta y siete... Es cierto que ése fue un caso excepcional, sin embargo, me dejó marcado de por vida.La experiencia de mi madre también me ayudó a tomar esa determinación. Ella una vez me confesó: "Luis, muchas veces estuve a punto de recibir a Cristo, pero no lo hice porque el predicador no me daba la oportunidad. Te aconsejo entonces que cada vez que prediques el mensaje de salvación hagas la invitación para que la persona reciba a Cristo. Recuerda siempre que tal vezésa sea la última oportunidad que tenga para recibir al Señor". El evangelio incluye una invitación, una gran invitación a que la gente regrese a Dios, por lo tanto la invitación es parte integral de todo el paquete.¿Predica usted un evangelio que demanda decisión? ¿O acaso presenta un mensaje diluido que deja a la gente con una sensación agradable en cuanto austed como comunicador pero nada más...?
Antes de predicar: Recordar Antes de predicar el evangelio hay varias cosas que recuerdo y me digo: (l)Dios está siendo glorificado pues está acá y está en mí; (2) predicaré su Palabra, de modo que no debo sentirme inseguro; (3) la tengo fe en Dios pues Él está aquí; (4) Dios habla a través de mí; (5) espero que Dios haga la tarea y convierta a los pecadores; (6) reconozco que por mí mismo no puedo hacer nada, y humildemente confío en Dios; (7) pienso en los perdidos y en su destino eterno y pido al Señor que me dé compasión por ellos; (8) pido a Dios que reaviva a los cristianos a través de la verdad del evangelio; (9) espero cosecha de almas; (l0) recuerdo que tal vez ésta sea la última vez que escucharán el mensaje y pido a Dios que me dé sentido de urgencia. La incompleta tarea de ganar al mundo para Cristo es enorme. ¿Está usted dispuesto a mostrar compasión por los perdidos y a tener un sentido de urgencia en ganarlos para Cristo? ¿Está usted dispuesto a ser un obrero de Dios y a servirle con valentía santa? Comience a actuar ya mismo para acabar el trabajo que aún hay por delante.

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